Nos encontramos ante un acontecimiento importante en la vida de la mujer cuya vivencia puede verse interferida en algunas ocasiones por diversas alteraciones. El embarazo aun siendo un proceso fisiológico, es también una adaptación física y psicológica intensa en un periodo de tiempo relativamente corto. Esto conlleva que algunas mujeres sufran dolores lumbo-pélvicos, costales, edemas en miembros inferiores, cansancio, mal-estar etc... Más allá de los síntomas, la mujer embarazada albergará y alimentará al futuro bebé durante 9 meses, con lo que no sólo es importante vigilar y controlar los posibles riesgos de ambos, sino acompañar a la futura mamá, a lo largo de todo un camino. Aliviar, calmar, relajar, mejorar la conciencia corporal... en este momento de grandes cambios físicos y psicoafectivos, pueden permitir a la mujer disfrutar plenamente de su embarazo
y llegar al parto
con una mayor preparación.