¿TIENES DOLORES Y NO SABES POR QUÉ?

Una de las preguntas que siempre me gusta hacer en consulta cuando veo por primera vez un paciente, es si
¿has tenido algún accidente de tráfico aunque haya sido hace tiempo?.
Con relativa frecuencia me encuentro con pacientes que refieren haber tenido algún accidente de coche leve, al que no le han dado importancia y que ocurrió hace bastantes años. Al no haber tenido ninguna lesión importante, a lo sumo, un pequeño esguince cervical que se trató en su momento con un collarín y medicación, este hecho cae en el olvido y pasa desapercibido.
¿Qué deberíamos hacer si tenemos un golpe con el coche?
Lo primero de todo evidentemente ir a las urgencias más cercanas, consultar desde el punto de vista médico para descartar lesiones importantes y una una vez descartadas, acudir al fisioterapeuta/osteópata para restablecer el equilibrio corporal.
¿Qué sucede cuando recibimos un impacto?
A pesar de que muchas veces oímos hablar de esguince cervical, el whiplash o “síndrome de latigazo cervical” no afecta únicamente al cuello.
Siempre digo que dividimos al cuerpo en “cachitos” para profundizar en su estudio, pero tenemos que contemplar cualquier lesión o síntoma desde un punto de vista global. La afectación de una estructura tendrá su repercusión en otras.
Desde el punto de vista de terapia manual tenemos que abordar 4 estructuras:
1. La pelvis, ya que el sacro durante el impacto puede bloquearse en su articulación con los iliacos pudiendo producir lumbalgiaso falsas ciáticas.
2. Columna dorsal. Sobre todo la zona entre los omóplatos.
3. Columna cervical. Normalmente es donde más sensación de dolor y rigidez vamos a notar. El espasmo de la musculatura de la cara anterior del cuello puede rectificar la curva natural (lordosis)
4. Base del cráneo. Entre el temporal y el occipital tenemos una zona por donde salen estructuras como la vena yugular interna, el nervio espinal que inerva musculatura cervical y el nervio vago que regula la función digestiva.
Cuando pensamos en tensiones, siempre creemos que son los músculos las únicas estructuras que se contracturan. Pero también puede haber otros tejidos afectados como ligamentos, cápsula articular o la duramadre, que es una de las meninges que recubren el encéfalo y la médula espinal, cuya crispación puede provocar por ejemplo dolor de cabeza.
Después de recibir un impacto podemos tener síntomas tales como: dolor de cabeza, aturdimiento, mareos, vértigos, tortícolis….que sin tratarse pueden acabar camuflándose, lo cual no quiere decir que desaparezcan para siempre, instalándose en la persona una mayor predisposición para presentar en un futuro dolor crónico.
Igual que cuando lanzamos una piedra en un lago se producen una serie de ondas hasta que se consigue de nuevo la quietud, cuando recibimos un impacto de cualquier índole debemos “aunque no esté nada roto” tratar esa resonancia o eco que puede perdurar en el cuerpo.
Si presentas dolores recurrentes y tuviste algún accidente o caída que en su día no trataste, no dudes en consultar.
Nunca es tarde para mejorar tu calidad de vida.









